En la carrera 23 con pasaje Acueducto de Barrio Obrero está ubicada la iglesia Santo Domingo de Guzmán, uno de los templos católicos más llamativos y destacados del Táchira, famoso por la escultura de un ángel de 15 metros de altura que resalta en el muro principal, y que, en palabras de fray Benjamín García Fernández, es “uno de los signos de identificación de la ciudad de San Cristóbal”.
Mejor conocida como la iglesia El Ángel, esta estructura fue construida en tan solo un año, 1955 – 1956, por los frailes dominicos; puertas adentro de la edificación, diversos elementos hacen referencia a la orden, en el altar un amplio mural muestra a Jesús y alrededor de él están los dominicos que han sido elevados como santos a los altares; entre ellos se hallan Santa Rosa de Lima, Santo Domingo de Guzmán, San Martín de Porras, Fray Macías y Santo Tomás de Aquino.
Fueron los dominicos provenientes de Colombia, quienes adquirieron los terrenos donde está ubicada la iglesia, a un valor de un real por metro cuadrado, allí esperaban construir un convento, lo empezaron a hacer con ladrillo, fue de dos pisos; en la planta baja había una capilla y un colegio, arriba el convento. Años más tarde, en 1951, tras la llegada de los Dominicos españoles exmisioneros en China y Vietnam, esta estructura fue derribada porque al iniciar la edificación de la nueva iglesia, observaron que no había las condiciones de seguridad necesarias, las columnas no eran de cemento y cabilla sino de ladrillo, así lo relata García Fernández, quien añade que para aquel tiempo, Barrio Obrero era “un solar montaraz, boscoso y potreril”.
El diseño de la iglesia El Ángel fue del ingeniero Fernando Manrique Cárdenas; quienes dirigían la empresa constructora fueron Aurero Puerta y Antonio Álvarez; según García, ellos “realizaron la obra en tiempo récord”, estuvo al frente de la edificación del templo el padre Ricardo Sáez.
Cada área e imagen que está dentro del recinto tiene un significado, García indica que la forma de barco del templo se debe a que “la iglesia de Cristo es barco de salvación. Jesús utilizó el barco en el lago de Tiberíades para pescar, para predicar y para trasladarse por los pueblos de la costa. En momentos de tempestad, la barca en que viajaba Jesús corrió peligro de naufragio. La intervención del Señor devolvió la tranquilidad al mar y la confianza a sus seguidores”. Con respecto a esto, refiere que “la vida es travesía, desde el nacimiento hasta el fallecimiento. Los afanes de vivir ponen en peligro la llegada al puerto de la eternidad. Al final de la jornada, el que sabe se salva; y el que no, no sabe nada. La iglesia de Cristo está encargada de construir el Reino, es nave con garantía de éxito”.
Asimismo, en la parte superior del recinto se halla el escudo, la palabra “Veritas”, que significa verdad; y el rosario, cada uno de estos símbolos hacen alusión a la orden de Dominicos. El escudo con una cruz en blanco y negro significa la vida y la muerte, el saber y la ignorancia. El rosario fue establecido por Santo Domingo de Guzmán y es muestra de la oración familiar; difundir la verdad fue la orden que dio Santo Domingo a sus frailes al pedirles evangelizar a la población.